Vilma: firmeza y dulzura

 

 

Camagüey, 7 abr. Miles de federadas recuerdan hoy el cumpleaños de la invicta presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), Vilma Lucila Espín Guillois. En todas las delegaciones de base de los 13 municipios de la provincia de Camagüey, al igual que en el resto del país, se entregará el carné de arribante a las jóvenes que cumplieron 14 años de edad, y se realizarán actos de reconocimiento a sus cuadros.

Nacida en Santiago de Cuba el 7 de abril de 1930 en el seno de una familia que cultivó tempranamente en ella los valores éticos que le distinguirían e inculcó los hábitos del saber, desde joven Vilma, la heroína del llano y la sierra, asumió posiciones políticas revolucionarias, participando activamente en manifestaciones estudiantiles luego del golpe de Estado de Fulgencio Batista en 1952.

En un día como hoy recuerdo sus innumerables recorridos por la provincia, de su voz pausada, de esa dulzura con que trataba a todas las mujeres ya fueran campesinas, intelectuales, científicas; en los diferentes lugares que visitábamos, se interesaba por conocer cómo marchaba el cumplimiento de las tareas de la organización. Su insólita y humana labor a las tareas de la mujer y la Revolución fue un baluarte, con su estilo de dirección, mezcla armónica de dulzura, afabilidad y firmeza.

El mejor homenaje que estas arribantes pueden tributarle a esa extraordinaria mujer es ser consecuentes con ese legado, garantía de que la FMC será siempre un baluarte inquebrantable en defensa de los derechos de la mujer cubana, como siempre lo quiso su presidenta.

El 18 de junio del 2007 dijo adiós definitivamente nuestra Vilma Espín Guillois. La noticia irrumpió en la cotidianidad de los hogares donde muchos lamentaron la muerte de la mujer extraordinaria, defensora durante décadas de las virtudes de las cubanas. Vilma continúa viva en cada logro de la Revolución.

Por eso, en el marco del VIII Congreso femenino, se acordó hacer el logotipo que identificará a la organización con la imagen de la heroína de la Sierra Maestra, Vilma Espín, rifle al hombro, y que también estará en la bandera de la FMC.

Su nombre se vincula eternamente a las más significativas conquistas de la mujer cubana en la Revolución, y a las más relevantes luchadoras por la emancipación de la mujer en nuestro país y en el mundo.