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Rosmey comenzó a soñar

Rosmey comenzó a soñar

A los deportistas, no le es ajeno soñar, a lo largo de su carrera, también atraviesan por ese sendero de aspiraciones preñados de lauros y medallas, de copas y de títulos mundiales y olímpicos.

Todo aspiran a vencer el resultado de un empeño largamente concebido, tras innumerables horas dedicadas al entrenamiento deportivo. Nuestra entrevistada es una de ellas.

Rose Mary Almanza Blanco representó a Camagüey en el Campeonato Nacional de Velocidad Rafael Fortún, para ella, el haber participado en esta edición significa mucho, porque se inicia en eventos de primer nivel, donde participan todos los atletas del equipo Nacional y de la ESPA

Esta pequeña, de 16 años, alegró el ambiente de los camagüeyanos, con la medalla de bronce lograda, y manifestó sentirse muy contenta con sus resultados.

Sobre su quehacer en la pista nos dijo: “comencé en el atletismo a los 10 años, en un área especial del Distrito Cándido Gónzalez. En el 2005 ingresé en la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar (EIDE). Participé en tres juegos escolares, donde gané una medalla de bronce en 7mo. grado; plata en 8vo. y oro en 9no. Con 12 años rompí el récord nacional de 1 200 metros planos, con tiempo de tres minutos y 35 segundos.

“En la ESPA, en 10mo. grado, participé en unos juegos de categoría Cadete y obtuve medalla de oro en 1 500 metros planos, y plata en 800.

“En el 2008 me seleccionaron entre las diez mejores atletas de la provincia. En el 2009 participé en un Cross Country de la categoría Cadete en Bayamo, y alcancé el primer lugar; ahí me seleccionaron la atleta más destacada.

“El 16 de febrero de este año pasé a integrar la preselección Nacional”.

--Ya fuera de la pista, ¿cómo andan los estudios?

--Muy bien, curso el 11no. grado y es muy fuerte, pero no he desaprobado ninguna asignatura.

La talentosa deportista en su tiempo libre le gusta leer, oír música y ver la televisión, y siente pasión por el Periodismo.

Lleva siempre consigo el recuerdo de sus primeros entrenadores: Emilio, Leonel, Eusebia y Alfredo en la ESPA Inés Luaces. Dedica estos logros a los entrenadores que la enseñaron, a sus padres (Carmen y el ex boxeador Roberto Almanza ), a sus tíos y abuelos.

Rosmery, como la llaman, comenzó a transitar por el largo sendero hacia la gloria deportiva y sabe que esas medallas que con orgullo exhibe es una recompensa; Está consciente que para aspirar al podio olímpico tiene que ser ejemplo de disciplina y consagración.

El futuro para esta adolescente es tan importante como el pasado, o el presente, el trayecto pendiente es largo y las victorias tangibles. Sabe que el mayor premio a las constantes jornadas dedicadas a su preparación física radica en el reconocimiento que el pueblo le tributa y el orgullo de ser una atleta revolucionaria.

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