Lolita: Ana de hoy

Difícil condensar en pocas líneas la intensa vida de Dolores Alamo García, una

destacada pedagoga que desde niña, en su natal Algarrobo, en Florida, soñó ser

maestra y la Revolución le puso aulas a su perseverante inteligencia.

 

A las estribaciones de la Sierra Maestra marchó con la avanzada de los maestros voluntarios.

 

Subió y bajó el Pico Turquino y Minas de Frío para, en enero de 1961, enseñar lo aprendido en la escuelita .Tony Alomá., de Mayaguabo, San Luis, Oriente.

 

Sobre la temeraria decisión de tapar sus noches con el cielo estrellado o lluvioso; de dormir encima de la tierra virgen, olorosa a floresta, recuerda con inmenso amor a Juana González, la abuela canaria, máxima inspiradora de sus conquistas, quien murió federada a los 87 años, y con mucho agradecimiento a la profesora de Matemática Elva Reyes Basulto, que le transmitió los conocimientos necesarios

para el ingreso a la Escuela Normal.

 

Dos excelentes hijos, Luis y Nelly, nacieron de su vientre, pero decenas de niños y adolescentes tienen una segura reservación en el corazón de Dolores, directora por más de 15 años del Hogar de Menores sin Amparo Familiar, de Camagüey.

 

La militante del Partido, Heroína del Trabajo de la República de Cuba, logra en sus obligaciones una productividad increíble del tiempo, resultados avalados por distinciones relevantes como Hazaña Laboral; Frank País de Segundo Grado; Lázaro Peña de Primer, Segundo y Tercer grados; la Medalla de la Alfabetización; del Aniversario 40 de las FAR y la 23 de Agosto; sin embargo, para ella la Orden Ana Betancourt, del Consejo de Estado de la República de Cuba que acaba de recibir, significa:

 

.Un honor muy grande, porque Ana Betancourt proclamó en Guáimaro los derechos de la mujer, se anticipó a su tiempo. En este momento no puedo olvidar a Vilma ni a tantas cubanas que siguieron ese ejemplo de lucha y de victorias.

 

Y Dolores, Lolita, como la llaman los que tanto la quieren, quienes la conocen de inmediato, esconde en su modesta sencillez otros méritos como Mejor Pedagoga cubana del 2008, y trabajadora social de la delegación Amalia Simoni, de la Federación de Mujeres Cubanas. Ella, mujer camagüeyana emancipada por la Revolución de Fidel, es una de las Ana de hoy.