Vilma siempre presente

Con la delicadeza y sencillez que ella misma emanaba, con el detalle y el amor que supo poner en cada momento de su fructífera vida, las mujeres cubanas  recordamos a Vilma Espín Guillois, la incansable luchadora, heroína de la clandestinidad y combatiente sobresaliente del Ejército Rebelde, al cumplirse en esta fecha dos años de su desaparición física

No faltarán en el recuerdo los días en que fuera la niña que quería ser bailarina de ballet o arrollaba en los carnavales de su natal Santiago; de la sobresaliente estudiante de ingeniería química, de la intrépida Alina, Mónica, Dévorah o Mariela seguidora de Frank País al frente del Movimiento 26 de Julio, de Fidel y Raúl en la Sierra Maestra.

La grandeza de su obra, una obra que nació y creció moldeada por sus ideas, tallada en la formación de una mujer que sabe y tiene el derecho de no sentirse discriminada, de una niñez y una adolescencia seguras.

En la canción mambisa, en la evocación al amor de la pareja que creó y procreó hijos, nietos, valores y virtudes; en el corazón que hoy se sobrecoge y se ensancha, en la lágrima que incontenible brota   por las mejillas más allá de la muerte, más allá del dolor, quedó inscripta, en la eternidad, en la historia de la Patria.

La invicta Presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC),desde su fundación, de  la Comisión Nacional de Prevención y Atención Social, y la Comisión de la Niñez, la Juventud y la Igualdad de los derechos de la Mujer, de la diputada a la  Asamblea Nacional del Poder Popular, tribunas desde las cuales defendió los derechos y deberes de los infantes, los jóvenes y las féminas, cómo educarlos para preservar los valores y principios más preciados de la Revolución cubana, basados en tratar a las personas como verdaderos seres humanos, con unidad e independencia plenas. Así es y será recordada siempre.